Por otro lado este pequeño librito nos incita a pensar sobre las religiones en general y en que consiste eso que llamamos “religión” y que abarca conductas muy diferentes. Clifford escribe: “El estudio comparativo de la religión ha estado siempre acosado por esta peculiar modestia: lo esquivo de su objeto. El problema no consiste únicamente en construir definiciones de religión. Tenemos suficientes; su gran número es un síntoma de nuestro malestar. Se trata justamente de descubrir que tipo de creencias y prácticas sostienen a qué tipos de fe bajo qué condiciones. Nuestro problema, que se acrecienta día a día, no es definir la religión, sino encontrarla” (pág.17)
Son sólo cuatro capítulos, que en su origen fueron unas conferencias dictadas en 1967, en la Universidad de Yale, en un marco más general sobre “Religión y Ciencia”, y pueden ser leídas tanto como una indagación sobre la variedad de las prácticas religiosas como sobre la diversidad del Islam. Diversidad que debe ser tenida siempre en cuenta cuando los autores tratan temas políticos contemporáneos, para evitar juicios de valor reduccionistas que llevan, a mediano plazo, a supuestas soluciones creadoras de nuevos y más graves problemas de convivencia. Un librito, en suma, cuya compra no originará grandes quebrantos en el bolsillo de nadie y que a buen seguro nos ayudará a tener una visión más sutil del Islam de nuestros días. Escribe Geertz: “En Indonesia, al igual que en Marruecos, el choque entre lo que el Corán revela, o lo que la tradición sunní (esto es, la ortodoxa) cree que revela, y lo que los hombres que se sienten musulmanes creen la práctica, se hacen cada más inevitable. Esto no se debe tanto a que la distancia entre estos dos factores se haga mayor. Ha sido siempre muy grande, y no me gustaría tener que discutir sobre si el campesino javanés o el pastor beréber de 1700 se acercaban más al Islam de Ash-Shafi’i o al de Al-Ghazali que la juventud occidentalizada de Yakarta o Rabat de hoy día. Dada la creciente diversificación de las experiencias individuales y la espectacular multiformidad que constituye el sello distintivo de la conciencia moderna, la tarea de Islam (y de hecho de cualquier tradición religiosa) de transmitir la fe de ciertos hombres, y de instruírlos en ella se está haciendo cada vez más difícil” (pág.32)
Cómo se lee, si he logrado copiar el fragmento justo, las palabras pueden engañar más que ayudar. No es obvio el peligro de tomar como algo unitario una diversidad de experiencias que incluso son muy dispares. Aquí tenemos un doble problema: la diversidad en el espacio y la diversidad en el tiempo, y llamar a esa diversidad con el mismo nombre es lícito …¿o estamos incurriendo en una trampa del lenguaje?
Ficha bibliográfica:
Geertz(1968), Clifford Geertz, “Observando el Islam”, Ediciones Paidós, 1994, Barcelona, pp.164. Tit.Orig: “Islam observed. Religious development in
2 comentarios:
Me interesó mucho tu punto de vista al encarar el análisis del libro de Geertz. La selección de citas entusiasma a ponerse en contacto con la obra. Es un libro que no he leido aunque admiro la obra de Geertz, fallecido no ha muchos meses. La antropología contemporánea le debe mucho.
Me interesó mucho tu punto de vista al encarar el análisis del libro de Geertz. La selección de citas entusiasma a ponerse en contacto con la obra. Es un libro que no he leido aunque admiro la obra de Geertz, fallecido no ha muchos meses. La antropología contemporánea le debe mucho.
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