miércoles, 20 de febrero de 2008

Assimil. El nuevo Ruso sin esfuerzo

Hace unos pocos años asistía a las clases de ruso en el Instituto Pushkin, de Barcelona. Tenía una profesora excelente, Nina, y sin embargo no terminé el curso. El estudio me demandaba un gran esfuerzo y había que sacrificar otras actividades también muy placenteras. Unos días atrás intenté leer una sencilla frase en cirílico y comprobé con amargura que mi modesto “ruso” se había esfumado en el aire como el gato de Chessire; y como soy un “fan” de los libros de Assimil (tengo el de latín, francés e italiano) decidí comprarme el de ruso. Este método es ideal para hablar-entender una conversación sencilla, de uso cotidiano. Incluso facilita mucho la labor si uno quiere comunicarse por mail con un nativo de otro idioma. Por lo tanto pensé que podría reflotar mi elemental ruso y así lo he comprobado: ¡funciona!

En mi modesta opinión el 99% de la gente tiene una concepción errónea en lo que se refiere al aprendizaje de idiomas (dejo un 1%, por prudencia estadística). Se los supone como algo pesado, trabajoso y que sólo deben abordarse cuando no hay más remedio (un viaje en vista, o un trabajo, o es una exigencia de otros estudios). Pues no; lo anterior puede ser cierto… pero oculta la otra cara de la moneda. Aprender un idioma extranjero, como escuchar música, puede hacerse básicamente por placer, aunque luego tenga otras consecuencias interesantes para la supervivencia.

Cada idioma tiene su melodía y prestando atención a ella (agregándole un poco de imaginación, que siempre ayuda) es fácil remontarse a otros mundos que están también aquí, junto a uno. Al igual que la música requiere concentración y tener un oído educado… pero ello se logra con el hábito, casi sin darnos cuenta.

Una de las razones por las que el conocimiento de idiomas desagrada a mucha gente se origina en el método de empezar por el lenguaje escrito, y, esto resulta antinatural. De la misma forma pasaría si el requisito para escuchar música fuera, obligatoriamente, leer la partitura.

Por eso me gustan los cursos de Assimil, (siempre y cuando se haga el desembolso de comprar los CD de cada libro; empezar por escucharlos, y usar el texto como apoyo para reconocer mejor el mensaje oral.)

Por otro lado recomiendo empezar por lo menos con dos idiomas (el equivalente sería no escuchar la música de un solo autor o de una sola época). ¡Probadlo! Nada se pierde con experimentar. Y además, si se me permite un último consejo, es conveniente seleccionar dos idiomas que no resulten “útiles” o “prácticos” para un futuro inmediato.

Estoy seguro que alguien, que lea esto, pensará: “si aprendo dos idiomas en paralelo, no aprenderé bien ninguno de los dos”. Y yo le respondería: “¡Olvídese de “aprender bien”! ¿Acaso cuando Ud. escucha la Heroica de Beethoven se obliga a escuchar sus nueve sinfonías? ¿Por ventura pretende luego de escucharla dirigirla frente a una orquesta aceptablemente? ¿No se da cuenta que esa obligación que se impone le quita todo el placer de oír por oír?”. Lo que sugiero es sumergirse en el puro placer de conocer sin agregarle ninguna adherencia materialista de uso o lucro. Algo que hace el niño espontáneamente, y que con el tiempo y el esfuerzo sistemático de la escuela termina por olvidar. Por eso, también, recomiendo que elija dos idiomas que no necesite; es una manera de ayudarse para evitar que el "modelo economicista" le arruine el placer de la experiencia.

Seleccione, por ejemplo, Latin y Ruso, o Catalán y Japonés o cualquier otra pareja que le agrade o que le atraiga lo suficiente como para invertir en esta tarea unos pocos minutos diarios. Al cabo de un año, se asombrará de conocer algunas facultades que tenía dormidas o quizá totalmente descartadas. Como bien se escribe en la introducción de este libro: “Aunque el ruso se considera una lengua difícil, con el método de asimilación intuitiva le costará muy poco alcanzar un dominio que mucha gente no logra ni con bastantes esfuerzo (…) y sobre todo, en la dedicación exclusiva de una media hora diaria por parte del estudiante…” (pág. IV)

No menos interesante resulta cultivar el hábito de hacer “gimnasia mental” para no dejarnos encasillar silenciosamente por los hábitos cotidianos. Si siempre hacemos lo mismo terminaremos creando una especie de “gordura” invisible que como una capa de grasa irá reduciendo cada vez un poco más nuestras facultades intelectuales. La mejor “gimnasia mental” que conozco, la más eficaz por sus efectos a medio plazo, es la práctica y estudio del ajedrez y el aprendizaje de idiomas. Si logra conjugarlas será fascinante, pero sólo dedicando su tiempo lúdico a dos idiomas (para empezar) estoy seguro que descubrirá un mundo nuevo… y agradecerá este consejo que hoy ha leído aquí.

En cualquier caso conviene recordar que el esfuerzo que se aplica a diferentes tareas suele ser equivalente, si bien los resultados son radicalmente distintos. Es parecido trabajo resolver un crucigrama que aprender una o dos lecciones de otro idioma (con el sistema Assimil o similar) pero los resultados, en tanto apertura al mundo, son muy diferentes. De Ud. depende dejarse achicar o intentar agrandar la jaula invisible en la que todos vivimos.

Ficha Bibliográfica:

Vladimir Dronov, Wladimir Matchabelli, Françoise Gallais (1999), “El nuevo Ruso sin esfuerzo”, El método Assimil, Colección Sin Esfuerzo. http://assimil.es

15 comentarios:

Brigantinus dijo...

En el suplemento cultural de La Vanguardia se dice lo siguiente:

Tres es mejor que dos. Aunque no haya evidencias científi cas precisas que lo avalen, una vez que se aprenda una segunda lengua, es como si se abriera una puerta. El aprendizaje del tercero, del cuarto o del quinto idioma será más fácil. "La capacidad de ensanche del cerebro es indudable", dice el psiquiatra Joaquín Fuster. Albert Costa coincide y hace la siguiente metáfora: "Si hacemos malabarismos con una pelota, nos costará más pasar de una a dos, que de dos a tres". Pero ojo, ¿existe un camino o un orden que seguir? ¿Es mejor lanzarse primero a aprender idiomas similares al materno, aunque haya riesgos de confusión? Por lo general, si un determina-do sonido no forma parte de nuestro patrimonio lingüístico habitual, éste será más difícil de memorizar. Un estudio de Paolo Manzelli, de la ...

Leerlo en http://www.lavanguardia.es/lv24h/20080301/53441397330.html

dilanstipe dijo...

En mi caso yo ya se un segundo idioma, y la verdad que se hace mucho mas facil aprender otro. lo elemental es de ser concecuente, no se aprende ningun idioma comprando un libro y teniendolo de adorno en la biblioteca. Exige igual que si lo tomaras en persona. Yo tambien compre este curso de Assimil y es bastante bueno, vale la pena. Talves no soy un nativo ruso, pero ayuda mucho. Yo al mismo tiempo consulto un curso ruso on line www.aulafacil.com es tambien bueno salvo que no escuchas. Es bueno para aprender gramatica y vocabulario.

Saludos.

Brigantinus dijo...

Gracias por la dirección de "aulafacil", la estuve mirando y también me interesa el curso elemental que tienen sobre Alemán, y este sí que tiene una parte sonora (lo que me parece esencial cuando se estudia un idioma por placer).
Brigantinus

bizarro con interrupciones dijo...

Felicidades por el blog, me ha gustado mucho.

En mi caso además los idiomas son un hobby y me estoy enganchando precisamente a los libros de Assimil.

Yo precisamente tengo ahora los de Noruego, Rumano y Serbo-Croata, y lo que tú dices, es un vicio.

Suscribo completamente lo que dices de aprender los idiomas por música y por placer (supongo que debe ser mejor ser músico, pero a cada uno dios le ha dado un talento distinto)

Repito, enhorabuena por el blog. Me apunto especialmente las sugerencias que haces en otros posts de Stieg Larsson y Karin Fossum :-)

Brigantinus dijo...

(para Bizarro)
Ah! ... y no te olvides del latín, que resulta muy divertido hablarlo un poco...

Unknown dijo...

Totalmente de acuerdo. Yo he empezado a oír el ruso... con un método que me parece incluso mejor que el Assimil: el Método "Primsleur". Es increíble la cantidad de expresiones rusas que me salen sin casi darme cuenta. Empecé en Septiembre a oír en mp3, grabadas en el móvil. Sin emplear ningún tiempo extra, estoy aprendiendo ruso. Esas reflexiones sobre el aprendizaje de las lenguas las comparto totalmente. Me pregunto cuándo se darán cuenta en la escuela que es así como hay que aprender las lenguas. no empezando por la gramática, sino "hablándolas"
Y...sí. Aprender las tres primeras es lo más difícil. Luego, ya viene solo. Yo hablo ocho, y tengo conocimiento de tres lenguas muertas. Así que sobre el tema tengo una modesta experiencia. Saludos

Translator dijo...

Saludos,
¿por que no compartir el libro de assimil ruso?
El libro en PDF de assimil ruso en español.
Y si el pimsleur es mejor tambien se puede compartir con los que desean aprender ese idioma.

Dr. Esteban Sánchez Jaramillo dijo...

Puedes si no es mucha molestia, pasarnos el libro en PDF (es decir escaneado) de Ruso en espanol? No hay en ningun sitio.

Muchas gracias.

JD dijo...

Para los que quieran conseguir todo tipo de material sobre aprendizaje de diversos idiomas, pueden darse una vuelta por uz-translations.net; aunque la página no está en español, pero la interfaz es (más o menos) intuitiva. Saludos y mucha suerte en su aprendizaje ;)

Jose Ariel dijo...

¿Alguien ha encontrado el libro de ruso en español? En pdf, en jpg... si alguien me lo pudiera pasar... Gracias!!!

Brigantinus dijo...

Aparte de que aprenda un poco de ruso, yo sugeriría este vínculo, que tampoco le vendrá nada mal:
http://www.web07.yogote.net/mais_info/1IntrodS.htm
También puedes obtener información útil en http://foro.casarusia.com/index.php

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...

Hola, yo he comenzado con "el inglés sin esfuerzo" y es excelente, yo tuve francés en la escuela, así que no sabía nada de inglés (solo lo que te da ver películas y series), pero con este método, rápidamente adquieres vocabulario y aprendes gramática. Saludos.

Anónimo dijo...

Yo tengo muchos Assimil, quien los quiera, puedo pasárselos mi mail es nachitobermudez@hotmail.com, saludos.

Brigantinus dijo...

Releo este artículo que escribí hace ya bastante tiempo. Y vuelvo a suscribirlo in totum. Sólo con un pequeño agregado (por si alguien se interesa por mi experiencia):
Recomiendo acostumbrar primero el oído antes de intentar reproducir el texto. Seguir o imitar a la naturaleza que cuando infantes nos pasamos un año largo escuchando antes de empezar a hablar.
Ahora podría aventurar (Y conste que no soy profesor de idiomas y la cuestión me interesa solo tangencialmente) que el gran error de las Academias de idiomas es pretender ser activos, entendiendo por tal empezar a chapurrear el nuevo idioma. Yo me inclinaría primero por aprender a entenderlo muy bien, por lo menos en los primeros meses. Entender todo lo que hablan a la primera; entenderlo sin esfuerzo... y luego comenzar a hablarlo. Igual que un bebé (aunque no ve razón para empezar con "¡ma-má!" :-)