miércoles, 16 de mayo de 2007

T.Buzan. El libro de los mapas mentales


Hace unos días comenté un libro que trata de esquemas, gráficos y mapas mentales. Es una buena introducción al tema, aunque la parte teórica excede a la práctica. Es decir que ofrece pocos consejos para poder desarrollar esta manera de pensar. Pues bien, considérese este comentario de hoy como un complemento. El libro de Tony Buzan ofrece algunos conceptos básicos teóricos, pero sobre todo está volcado a la técnica de creación de mapas mentales, en su inmensa variedad de formatos.

¿Qué es un mapa mental? no otra cosa que un gráfico que desarrolla ideas abstractas. Ideas que no tienen forma precisa y que por lo tanto pueden ser objetos de muchos esquemas diferentes: desde algo tan sencillo como trazar una flecha con un nombre encima, hasta gráficos tan complejos que puede llevar leerlos y entenderlos mucho tiempo (y paciencia).

En este momento estoy desarrollando algunas ideas; pero de una manera lineal ya que utilizo palabras que están, a su vez, conectadas respetando las normas que rigen el idioma español. Reglas que permiten entender el mensaje, o sea el significado que estas líneas contienen. No hay otra forma de hacerlo que reúna a la vez tanta sencillez y claridad. Si pusiera las palabras no en fila sino en columna, como si fueran ideogramas chinos o japoneses, también podrían leerse, aunque al principio nos costase por la falta de costumbre. Si en cambio las palabras estuvieran dispersas en la pantalla del monitor en cualquier orden, pudiendo empezar por arriba, o desde un costado, o desde el centro, o desde abajo; y ese orden cambiara con cada palabra… no habría forma de entender lo que digo, aunque (también es verdad) existen muchos escritos que ganarían si se presentasen en esta forma arbitraria.

Si estas palabras dispersas fueran montadas sobre líneas con punta, lo que llamamos “flechas”, ya tendríamos indicaciones que ayudarían a prever el orden en que deben leérselas, (inconscientemente empezaríamos por las flechas, siguiéndolas de izquierda a derecha); y si a su vez las flechas tienen un orden evidente, como por ejemplo, formando una rueda, entonces la lectura se ordena espontáneamente (por qué reconocemos una forma familiar) y las ideas pueden apreciarse de un vistazo.

Es muy difícil, casi imposible, leer un esquema más rápido que una frase lineal bien construida; pero esa dificultad también esta asociada a algunas ventajas importantes. Pues bien, de esto trata el libro de Tony Buzan. En sus palabras: “El mapa mental moviliza toda la gama de habilidades corticales, incluyendo palabra, imagen, número, lógica, ritmo, color y percepción espacial, en una técnica única y especialmente poderosa. Y al hacerlo, confiere la libertad de vagabundear a gusto por la infinita extensión de su cerebro.” (pág.97)

Hay personas que conectan rápidamente con esta técnica; son las que tienen desarrollada su imaginación espacial, y por ello se sienten cómodas desplazando las ideas por el papel como si de muebles se tratara. Esta clase de personas (que en general suelen perderse poco en una ciudad extraña, y que si aprenden a jugar al ajedrez, se sienten como “en casa” con este juego) aprovecharán mucho el libro, ya que éste aporta ideas nuevas y rompe tabúes para liberar la creatividad del que imagina un esquema.

Otras, en cambio, tienen una imaginación predominantemente verbal, y no necesitan visualizar esquemas, aunque, también es importante anotarlo aquí, unos buenos gráficos les proporcionarán siempre información complementaria. Esta clase de personas no utilizarán espontáneamente los recursos del libro, pero probablemente intentarán hacer “algo” y nunca se sabe… a veces tenemos posibilidades que desconocemos hasta que empezamos a usarlas.

La importancia de los mapas mentales no es poca; sin embargo tampoco hay que caer en el otro extremo, y pensar que son una panacea que permite recordar todo lo que se estudia y que impida el olvido de todo aquello que nos interesa. Son un instrumento, un recurso, y una posibilidad que no hay que desdeñar… y dependerá de la inteligencia individual el utilizarlos más o menos. Pero eso sí, conviene conocerlos y si se dispone de la posibilidad, leer este libro para apreciar el amplio abanico de alternativas que ofrecen en los usos más variados que se nos ocurran.

Tengo que reconocer que no me agradan las propuestas “excesivas”, es decir aquellas que me ofrecen tanto… que uno empieza a sospechar. En este sentido yo habría pedido un poco más de sobriedad a los editores en los hiperbólicos títulos y frases que se utilizan en el texto. Los tomo como “ruido” accesorio y trato de entender el uso de las herramientas sin prestar atención a estas afirmaciones que me recuerdan a un vendedor de feria ambulante. Dejo constancia de este rechazo ya que pienso que el libro contiene elementos útiles a pesar de este auto bombo quizá dedicado a un público que difícilmente lo comprará. Misterios de la edición que me resultan inescrutables.

Ficha bibliográfica:

Buzan(1993), Tony Buzan, “El libro de los mapas mentales. Cómo utilizar al máximo las capacidades de la mente”, Urano, Barcelona, 1996, pp.350 Tit.Orig: The Mind Map Book, BBC Worldwide Publishing.

Nota: el libro es caro, ya que contiene muchas ilustraciones en color; en general necesarias para comprender el uso del color como aportando un significado también esencial.

1 comentario:

Leonard dijo...

Yo hablo un poco del español. A mi me gusta tu blog =)
tiene un buen día!

leo
www.trierer.blogg.se