Este documento resultará de valor para todos los especialistas y aficionados al tema, ya que proporciona un punto de vista muy cercano de la personalidad de Hitler al final de su vida y del entorno en el que se movía.
El libro está lleno de nombres muy conocidos y proporciona una visión de conjunto de las personalidades que influían en el Führer y como éste, a su vez, dominaba a todos con su tremenda y casi hipnótica personalidad: “Necesitaba tener siempre a su alrededor un auditorio que le estimulara. La aprobación, la devoción y la confianza ciega le reforzaban en sus convicciones. En las conversaciones, apreciaba de forma instintiva el comportamiento o el lucimiento personal de sus interlocutores, así como su capacidad de resistencia. Cuando se encontraba con alguien que le llevaba la contraria, inmediatamente pasaba al ataque y le cortaba la palabra sin darle tiempo a concluir su argumentación ni a expresarse. El interesado se encontraba amordazado y Hitler se las arreglaba para no dejarle abrir la boca soltándole largos monólogos en los que exponía sus ideas con todo detalle. Hitler tenía una forma muy especial de expresar su punto de vista. Como a menudo le constaba trabajo decir simplemente que no, intentaba convencer mediante un razonamiento lógico. Sus frases resultaban interminables y aburridas, pero la hábil dialéctica y la lógica aparente del discurso producían inevitablemente su efecto. El que había empezado oponiéndose se rendía y acaba admitiendo: “¡En el fondo tiene razón!””.(pág.67)
Lo que cuenta Freitag coincide plenamente con lo que he leído en otros autores serios y actuales sobre Hitler; pero no obstante, la descripción de su estilo de dirección, (encargando a diferentes organizaciones en forma paralela los mismos objetivos), junto con los aspectos sobresalientes de su personalidad (la gran memoria para los detalles técnicos y estadísticos unida a una auto confianza gigantesca) ofrece un vívido retrato de las tensiones y contradicciones que se vivían en la cúpula alemana cuando la derrota estaba al caer.
También resulta muy interesante las reacciones del Führer luego del atentado del 20 de julio de 1944, y como se implicó personalmente en la venganza posterior ejecutada sobre la alta oficialidad del Ejército de Tierra. Muchas cosas inexplicables de la última fase de la gran contienda bélica se explican mejor al conocer los detalles que en el libro se mencionan. “…Ello no impedía Hitler dispensar un trato glacial a los que le rodeaban. Le bastaba un gesto o una actitud, no necesitaba palabras. Conservo aún viva su imagen, con la espalda encorvada y la cabeza hundida entre los hombros, inclinado sobre la mesa donde se desplegaban los mapas pensando en silencio. Aquel hombre respiraba crueldad. Tenía el poder de decidir sobre la vida o la muerte de todos nosotros.” (pág.71)
Resumiendo: un libro para especialistas en estas cuestiones. En lo que respeta a los lectores no particularmente aficionados mejor abstenerse, ya que el texto les parecerá farragoso y lleno de datos aburridos mezclados con pinceladas dramáticas pero escasas (para lo que desea alguien que sabe poco del tema)
Ficha Bibliográfica:
Freytag(2005), Bernd Freytag von Loringhoven, “En el búnker con Hitler”, Crítica, www.ed-critica.es Madrid, 1ra. Reimpresión febrero 2007, pág. 175. Tit. Orig. Dans le bunker de Hitler, 23 juliet 1944-29 avril 1945.
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