miércoles, 4 de julio de 2007

F.Mendoza. La pasión por los libros

La pasión por los libros es una pasión tardía... aunque no siempre. En mi caso, sin ir más lejos, surgió muy de pequeño. Recuerdo que me desesperaba ver los tebeos y no poder entender lo que decían. Luego, cuando aprendí a leer, mi madre andaba siempre tironeándome en la calle, ya que cuando veía un cartel trataba de leerlo y mi ritmo de lectura me obligaba a detenerme y deletrear pausadamente las sílabas. Esto ponía muy nerviosa a mi progenitora.
Por lo tanto no resulta nada extraño que cuando vea un libro como éste me lo compre, a ver que contiene de parecido con mis experiencias.
Sin embargo éste, que hoy comento, no se refiere tanto a la lectura como a una clase especial de coleccionistas: los bibliófilos. Aquellos sujetos que buscan ediciones raras, y preferentemente antiguas, y que les agrada tanto leerlos como tocarlos, olerlos y tienen que contenerse duramente para no "saborearlos" también.
De ese extraño mundo trata este libro. Un libro que, a la manera Borgiana, habla de libros. Y por lo tanto no resisto la tentación de copiar esta dedicatoria que se halla al principio: "A los bibliófilos pobres, que viven en el purgatorio terrenal, como este amateur. A nuestra mujeres, que practican la virtud heroica de compartirnos con multitud de amantes. Y a los amigos como Julián y Jon: no me los merezco."
Ficha Bibliográfica:
Mendoza(2002), Francisco Mendoza Díaz-Maroto, "La pasión por los libros. Un acercamiento a la bibliofilia", Espasa, Colección Ensayo y Pensamiento, Madrid, 2002. Pág. 397

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