lunes, 1 de diciembre de 2008

H.Heiber, ed. Hitler y sus generales

Hitler ordenó que se tomara un registro taquigráfico de todas sus conversaciones con el OKW (Oberkommando der Whermacht), el alto mando de las fuerzas armadas del Reich, para evitar luego que sus generales alegasen que no había dicho tal cosa o que no se había dado determinada orden. La decisión del Führer vino después de las primeras derrotas serias en 1942 en el frente ruso. Hitler consideraba que éstas provenían de la irresponsabilidad de sus subordinados, y los estenógrafos del Parlamento, que poco trabajo tenían, pasaron a tomar puntuales notas de todo lo que se hablaba en presencia de Hitler.

A principios de mayo de 1945, y ya muerto el máximo responsable de ella, el general Walter Scherff da orden de que se queme la montaña de papel acumulado con estas descripciones, pero gracias a un miembro de la inteligencia norteamericana, George R. Allen, se pudo reconstruir lo que el fuego no había consumido. Piénsese que si bien el papel arde fácilmente, un gran pira de este material no se incinera a fondo si no se toma bastantes cuidados (tiempo y revolver con cuidado), cosa que, por las prisas de los últimos momentos (poco antes de la ocupación norteamericana), no pudieron hacer los SS del Dr. Frank.

Algunas de las páginas salvadas fueron utilizadas durante los juicios de Nüremberg, pero hay que esperar hasta 1962 en que el Institut für Zeitgeschichte (Instituto de Historia Contemporánea) de Munich publicara una recopilación de todas las transcripciones conservadas y conocidas hasta el momento.  La edición española se basa en ella, con el agregado de unas pocas posteriores, seleccionando lo que el editor ha considerado más importante para “conocer de primera mano cómo se tomaban las decisiones de máximo nivel en la Alemania de la segunda guerra mundial. Permite conocer qué función fueron desarrollando varias personas clave de la jerarquía política y militar alemana; permite observar, por ejemplo, cómo se tomaban las determinaciones tanto sobre el armamento y los movimientos de las tropas como sobre las cuestiones estratégicas más generales. Estos documentos, por lo tanto, proporcionan detalles adicionales de gran utilidad para la historia de la guerra pero lo cierto es que aún cabe señalarles un interés mayor. Estamos ante la trascripción contemporánea del trato directo de Hitler con los grandes líderes, militares o de otros ámbitos, del proyecto bélico alemán. Estos informes y actas no han sido manipulados. Lo esencial es que nos ofrecen el auténtico punto de vista de Hitler sobre varias cuestiones que han resultado muy oscurecidas, de forma deliberada, por el interminable aluvión memorialístico de la posguerra alemana.” (pág. XII de la Introducción de Gerhard L. Weinberg).

La lectura reposada de estos documentos da una impresión muy diferente al que pueden ofrecer otros libros escritos por los generales supervivientes a la contienda. Para el especialista su estudio es esencial, repasando, en paralelo, las opiniones vertidas en otras biografías e historias bélicas sobre los mismos acontecimientos. Es una gran pena que un oficial alemán haya tomado por sí y ante sí la decisión de robar esta documentación al escrutinio de la Historia, pero lo que ha quedado resulta fascinante, sobre todo las últimas transcripciones que llegan hasta el 27 de abril de 1945, pocos días antes del suicidio de Hitler: “Porque las cualidades de un soldado no se muestran jugando en los campos de instrucción, sino, en última instancia, en la cualidad moral de la perseverancia: en la resistencia, en la persistencia. Ese es, sin lugar a dudas, el facto más decisivo en cualquier éxito. La genialidad es como un fuego fatuo, en tanto en cuanto no se cimenta en la persistencia y la resistencia ciega. Eso es lo principal en toda vida humana. La gente que solo tiene ocurrencias y pensamientos, pero que carece de firmeza de carácter y de persistencia y dureza, esos, a pesar de todo, no serán capaces de conseguir nada. Son aventureros. Cuando la fortuna les sonría, tocarán el cielo; pero cuando les vaya mal, caerán de inmediato y volverán a abandonarlo todo. Con esos ingredientes no se puede escribir la historia del mundo. Sólo se ingresa en la historia del si –detrás de una racionalidad inteligente, una consciencia vívida y un estado de eterna vigilancia-, si detrás hay una persistencia fanática y una seguridad en las propias convicciones tales que conviertan al hombre en un guerrero interior.” (pág. 444).

Estoy convencido que si separara este fragmento de quien lo dice –el Führer- cuando lo pronuncia -fines abril de 1945- y de cómo lo dice -probablemente gritando y con el rostro descompuesto-, y lo incluyera a modo de cita inspiradora, al principio de un libro de filosofía o espiritualidad, nadie rechazaría tales edificantes consejos.

Conocer lo que se ha dicho ayuda, pero las palabras, sólo las palabras, no son determinantes para conocer a fondo lo que ha sucedido, ni lo que está sucediendo...

Esta recopilación de transcripciones arroja luz sobre el pensamiento de Hitler y algunos de sus generales; más deben ser contrastados adecuadamente con otras referencias históricas para juzgarlos adecuadamente. El copioso aparato de notas con qué el editor Helmut Heiber acompaña el texto ayuda, y se agradece su inclusión, pero obviamente se requiere mucho más información de base.

En suma, un libro para especialistas. Los aficionados abstenerse, si sólo se comprometen a hacer una sola lectura.

Otra cosa que puede confundir al potencial comprador es el título de la edición española que es ambiguo y algo engañoso. El original alemán se refiere a los  fragmentos de registros de sus conferencias militares”, en cambio el nombre que eligieron los editores da a entender que se hace un análisis o descripción de los principales generales germanos, y ello no es así. Nuestros editores deberían dejar de lado estos viejos trucos del oficio; los lectores españoles ya hemos alcanzado la mayoría de edad.

Ficha Bibliográfica:

Heiber(1962). Helmut Heiber, ed. “Hitler y sus generales” Prólogo de Gerhard L. Weinberg. Editorial Critica, Barcelona, 2005, www.ed-critica.es pp.694. Traducción Gonzalo G. Djembé y Cecilia Belza. Tit.Orig:Hitlers Lagebesprechungen. Die Protokollfragmente seiner militärischen Konferenzen 1942-1945.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Nada, sólo felicitarte y agradecerte por el entusiasmo con que sostienes tu blog. En general comparto tus gustos bibliográficos y, como acá en Chile estas cosas suelen llegar con algunos meses de retraso, y con decenas de dólares de recargo, me resulta muy útil para filtrar cuáles libros conviene comprar y de cuáles es mejor pasar.

Saludos,
Felipe.

Brigantinus dijo...

Gracias por tus conceptos. Te sugiero que también consultes "El cajón de Watson" que allí coloco materiales complementarios, y a veces (no siempre) escaneo algunas páginas de los libros que leo... más que nada para tenerlos "a mano".