Hitler ordenó que se tomara un registro taquigráfico de todas sus conversaciones con el OKW (Oberkommando der Whermacht), el alto mando de las fuerzas armadas del Reich, para evitar luego que sus generales alegasen que no había dicho tal cosa o que no se había dado determinada orden. La decisión del Führer vino después de las primeras derrotas serias en 1942 en el frente ruso. Hitler consideraba que éstas provenían de la irresponsabilidad de sus subordinados, y los estenógrafos del Parlamento, que poco trabajo tenían, pasaron a tomar puntuales notas de todo lo que se hablaba en presencia de Hitler.
A principios de mayo de 1945, y ya muerto el máximo responsable de ella, el general Walter Scherff da orden de que se queme la montaña de papel acumulado con estas descripciones, pero gracias a un miembro de la inteligencia norteamericana, George R. Allen, se pudo reconstruir lo que el fuego no había consumido. Piénsese que si bien el papel arde fácilmente, un gran pira de este material no se incinera a fondo si no se toma bastantes cuidados (tiempo y revolver con cuidado), cosa que, por las prisas de los últimos momentos (poco antes de la ocupación norteamericana), no pudieron hacer los SS del Dr. Frank.
Algunas de las páginas salvadas fueron utilizadas durante los juicios de Nüremberg, pero hay que esperar hasta 1962 en que el Institut für Zeitgeschichte (Instituto de Historia Contemporánea) de Munich publicara una recopilación de todas las transcripciones conservadas y conocidas hasta el momento. La edición española se basa en ella, con el agregado de unas pocas posteriores, seleccionando lo que el editor ha considerado más importante para “conocer de primera mano cómo se tomaban las decisiones de máximo nivel en
La lectura reposada de estos documentos da una impresión muy diferente al que pueden ofrecer otros libros escritos por los generales supervivientes a la contienda. Para el especialista su estudio es esencial, repasando, en paralelo, las opiniones vertidas en otras biografías e historias bélicas sobre los mismos acontecimientos. Es una gran pena que un oficial alemán haya tomado por sí y ante sí la decisión de robar esta documentación al escrutinio de
Estoy convencido que si separara este fragmento de quien lo dice –el Führer- cuando lo pronuncia -fines abril de 1945- y de cómo lo dice -probablemente gritando y con el rostro descompuesto-, y lo incluyera a modo de cita inspiradora, al principio de un libro de filosofía o espiritualidad, nadie rechazaría tales edificantes consejos.
Conocer lo que se ha dicho ayuda, pero las palabras, sólo las palabras, no son determinantes para conocer a fondo lo que ha sucedido, ni lo que está sucediendo...
Esta recopilación de transcripciones arroja luz sobre el pensamiento de Hitler y algunos de sus generales; más deben ser contrastados adecuadamente con otras referencias históricas para juzgarlos adecuadamente. El copioso aparato de notas con qué el editor Helmut Heiber acompaña el texto ayuda, y se agradece su inclusión, pero obviamente se requiere mucho más información de base.
En suma, un libro para especialistas. Los aficionados abstenerse, si sólo se comprometen a hacer una sola lectura.
Otra cosa que puede confundir al potencial comprador es el título de la edición española que es ambiguo y algo engañoso. El original alemán se refiere a los “fragmentos de registros de sus conferencias militares”, en cambio el nombre que eligieron los editores da a entender que se hace un análisis o descripción de los principales generales germanos, y ello no es así. Nuestros editores deberían dejar de lado estos viejos trucos del oficio; los lectores españoles ya hemos alcanzado la mayoría de edad.
Ficha Bibliográfica:
Heiber(1962). Helmut Heiber, ed. “Hitler y sus generales” Prólogo de Gerhard L. Weinberg. Editorial Critica, Barcelona, 2005, www.ed-critica.es pp.694. Traducción Gonzalo G. Djembé y Cecilia Belza. Tit.Orig:Hitlers Lagebesprechungen. Die Protokollfragmente seiner militärischen Konferenzen 1942-1945.
Nada, sólo felicitarte y agradecerte por el entusiasmo con que sostienes tu blog. En general comparto tus gustos bibliográficos y, como acá en Chile estas cosas suelen llegar con algunos meses de retraso, y con decenas de dólares de recargo, me resulta muy útil para filtrar cuáles libros conviene comprar y de cuáles es mejor pasar.
ResponderEliminarSaludos,
Felipe.
Gracias por tus conceptos. Te sugiero que también consultes "El cajón de Watson" que allí coloco materiales complementarios, y a veces (no siempre) escaneo algunas páginas de los libros que leo... más que nada para tenerlos "a mano".
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