Lo primero que se me ocurre escribir se refiere al título de la edición española. No entiendo por qué nuestros editores pretenden mejorar el original fracasando lamentablemente (imitando así a los distribuidores de películas) ¡Sería tan fácil –y también más serio- traducir sin agregar, ni quitarle, nada al nombre del libro! La edición inglesa, sin ir más lejos, pone “Wehrmacht, History, Mith, Reality” ajustándose mucho mejor a su contenido. Su título en alemán: “Wehrmchat. Feindbilder Vernichtungskrief, Legenden” se refiere a la Wermacht, como ella veía a su enemigo (del Este), la guerra de destrucción que llevó a cabo, y la leyenda posterior (blanqueando su comportamiento). A todo ello se refiere el texto del doctor Wolfram Wette. Trata de cómo el enemigo ruso fue primero demonizado y luego masacrado; trata de la opinión que creó el nazismo sobre los eslavos y su supuesta inferioridad racial (impresiones que el autor destaca que no eran novedosas en Alemania y que, al igual que el antisemitismo, tenían su larga tradición); trata de cómo una vez lanzada la invasión la Wermacht estaba profundamente implicada en las ideas nazis de exterminio y esclavización de los pueblos del Este; trata de cómo, y ya perdida la guerra, los generales germanos trataron de sacarse de encima toda responsabilidad, atribuyéndola en pleno a Hitler y una estrecha camarilla de verdugos; trata de cómo esta leyenda fue aceptada por la población alemana de post-guerra al socaire de la Guerra Fría, y por fin trata de cómo ni la leyenda empezó a agrietarse en los 80, por los nuevos estudios de los viejos documentos archivados y se fue derrumbando en los 90 con una nueva camada de historiadores alemanes que no estaban dispuestos a comulgar con ruedas de molino. “Hasta el momento la investigación sobre la historia militar referida a la Wermacht durante la segunda guerra mundial y la investigación sobre el Holocausto han seguido caminos bien diferenciados. Que razones lo explican, qué conjunción se ha dado, en su caso, entre casualidad e intereses, son cuestiones que, sin duda, merecen consideración aparte. En cualquier caso, esa disociación de perspectivas a la hora de estudiar los hechos ha generado la creciente impresión de que el ejército llevó a término su propia guerra y de que el “trabajo sucio” de asesinar a los judíos corrió a cargo de los batallones de las SS. De ahí que la voluntad de no volver a cometer ese mismo error resulte consustancial a los estudios recién expuestos, en su afán por poner de manifiesto la acción conjunta desarrollada en cada territorio concreto por los diferentes organismos que conformaban la autoridad de ocupación” (pág.291).
En esta tarea de abrir a la verdad histórica las leyendas que se pergeñaron en los tiempos oscuros de la guerra fría también salen a la luz supuestas heroicidades, (que algunas películas aún mantienen como ciertas), como la de los oficiales de la Wehrmacht que intentaron matar a Hitler, seducidos sus apologetas por el peligro que arrostraron y la infame muerte que tuvieron: “… el reconocimiento de que desde hace largo tiempo gozan los oficiales que participaron en el atentado cometido contra Hitler el 20 de julio de 1944 por haberse opuesto –aun tardíamente- al dictador, haciendo valer así los auténticos intereses de su patria, ha empezado entretanto a verse cuestionado, habida cuenta de que tales oficiales no sólo no eran demócratas sino que, como se ha demostrado, también se habían visto “implicados” –antes de su valerosa acción contra Hitler- en la propia guerra de exterminio.” (pág. 335).
El libro de Wette muestra como la Wermacht fue una poderosa máquina de adoctrinamiento, y no sólo bélica. Dieciocho millones de alemanes, principalmente varones, pasaron por ella, y fueron sometidos a un preciso y persuasivo lavado de cerebro para lograr así la homogeneidad en la reacción ante el enemigo y los civiles que deseaba Hitler. Una guerra de nuevo tipo, donde no existían las leyes de guerra habituales. Una guerra de conquista, exterminio y sumisión, al estilo de las antiguas. Una guerra que buscaba reemplazar una población por otra, más culta y racialmente superior. En ese objetivo la Wermacht cumplió un papel decisivo, y ningún oficial puede alegar que desconocía lo que se tramaba y lo que se deseaba obtener. No todos los soldados, ni siquiera todos los oficiales compartieron esos designios brutales (otra cosa son los generales), esto también forma parte de la verdad histórica. Pero tanto los que estaban de acuerdo como los que aguantaban en silencio cumplieron, mientras las armas les sonreían, el objetivo señalado por el Führer. Esto no puede ocultarse, y este valiente libro lo deja muy claro; diversos son los temas tocados en él, como el caso de los Testigos de Jehová y otros religiosos que, antes de la guerra, pretendieron resistirse a los mecanismos de reclutamiento de la Wermacht; por lo que, para conocer mejor de lo que trata invito al lector investigador a leer, también, la crítica siguiente
Resumiendo: un buen libro para el interesado en estas cuestiones y que también busque formarse una idea global de la Alemania en la primera parte del siglo XX. Desaconsejable para aquel que quiera conocer operaciones militares en detalle. El libro alude a algunas, pero no las desarrolla porque no es su propósito.
Ficha Bibliográfica:
Wette(2002), Wolfram Wette. “La Wermacht. Los crímenes del ejército aleman” Crítica, Madrid, abril 2007, pp.464, www.ed-critica.es Traducción Francesc Fernández. Tit.Orig: Die Wermacht. Feindbilder Vernichtungskrief, Legenden. Fischer Taschenbuch Verlag
Es un libro genial. Se empieza a ver algo de luz en España. Wette, Rolf-Dieter Müller (La muerte caía del cielo), y esperemos que muchos más del MGA (Instituto de Investigación de Historia Militar Alemana) se traduzcan.
ResponderEliminarEl asunto de los testigos de Jehová es acongojante.
Un libro a partir del cual uno se puede "imaginar", al menos, un mapa parcial del rumbo que toma la historiografía en Alemania.
Los párrafos que recoges son muy interesantes y sintetizan bastantes cosas del libro.