Llegando las fiestas acostumbro a releer más que enfrentarme con novedades. Es mi manera de respetar las tradiciones. Y así me dediqué a leer la biografía de Buenaventura Durruti, un anarquista utópico y mítico que si hubiera nacido en USA probablemente tendríamos varias películas sobre su vida. Hombre de armas tomar que no sólo actuó en España sino que recorrió México, Chile y Argentina financiando la lucha anarquista con atracos y asaltos a bancos. El libro de Cesar Vidal recorre toda su vida, hasta su inesperada muerte el 20 de noviembre de 1936 defendiendo a Madrid de las fuerzas militares golpistas: “Al concluir el día 15 de noviembre la situación militar de los defensores de Madrid era especialmente delicada. Las fuerzas de Franco habían ya cruzado el Manzanares y Miaja llegó a la conclusión de que la única manera de poder restablecer la situación era lanzar un contraataque en la zona de
Un libro bien escrito y que trata de ser objetivo ya que la ideología del autor nada tiene que ver con la del biografiado. La personalidad de Durruti es fascinante (quizá porque la violencia siempre resulta atractiva para nosotros, los humanos) y parece bastante realista lo que dijo de él su compañera militante de
El libro está acompañado de una cronología muy práctica y un breve diccionario de personajes que ayudará a facilitar la comprensión en aquellos que están verdes en historia de esos años.
El otro libro que en estos días me ha causado un gran placer releerlo es el de Gabriel Cardona, escritor prolífico, militar de carrera y profesor en
Tengo que reconocer, tristemente, que no he leído más de este autor, y al releer este pequeño trabajo suyo me hago aquí, públicamente, el juramento de hacerme con alguno de sus otros libros en los próximos meses. Si los otros son como éste, cosa que no tengo por qué dudar, tendré buena lectura asegurada por mucho tiempo.
Según Cardona, y en esto coincide con otros biógrafos del “Generalísimo”, Franco no fue hombre de muchas ideas, y además las quería tanto que las pocas que recogió las mantuvo en estado impecable hasta el fin de sus días. Por lo cual resulta muy interesante dar una ojeada a la formación, que por aquella época, recibían los cadetes de infantería. Con esas bases bien establecidas y las que luego adquirió en la campaña de Marruecos, Franco resolvió el problema de entender el mundo en que vivimos. Obviamente siempre se aprende después, pero las principales líneas de su pensamiento nunca se modificaron, sólo se arraigaron y crecieron nutridas por los grandes acontecimientos de ese ciclo histórico. Franco no fue ni tonto ni tan mal militar como lo pintan algunos autores (alargar
Fichas bibliográficas:
Vidal(1996). Cesar Vidal. “Durruti. La furia libertaria”. Temas de Hoy. Biografías, Madrid, 1996. pág. 309.
Cardona(2003). Gabriel Cardona. “Franco no estudió en West Point”. Littera Books, S.L. Madrid, 2003. pág. 191
Hola,
ResponderEliminarpassava per desitjar-li
BON ANY 2009!!
Bons llibres i bones lectures per tots.
Encara que no coincidim en moltes lectures, gràcies pel seu blog
Imma C