Para los interesados por el cine hay un DVD que describe parte de su vida: “Mussolini y Yo”, director Alberto Negrin, con Bob Hoskins en el papel del Duce y Anthony Hopkins en el del propio Galeazzo. Susan Sarandon en el de Edda. Este DVD doble contiene los cuatro capítulos de la serie, de origen italiano producida en el año 1985.
Personalmente considero a esta versión muy floja. El papel de Mussolini no se ajusta a la imagen que nos proporcionan los libros, y los documentales que se conservaron, además el conde Ciano se traga la serie de cabo a rabo (algo esperable si atendemos al actor que lo representa). De todos modos vale la pena visionarla para tener un primer acercamiento al papel que jugó Ciano y sus famosos diarios.
Como reza la introducción a esta cuidada edición española: “Ciano era consciente de la importancia de su testimonio, “libro” que el propio Mussolini sabía que estaba escribiendo día a día, de modo que en la cárcel de Verona en que aguardaba su ejecución, después de haberse entregado a los alemanes para evitar que sus hijos corrieran peligro, quiso dejar constancia de su veracidad asegurando ‘que no hay ni una sola palabra de cuanto he escrito que sea falsa, exagerada o dictada por resentimientos de partido’”. Los “diarios cubren el período 23 de agosto de 1937 al 31 de diciembre de 1938 y desde el 1 de enero de 1939 hasta el 8 de febrero de 1945. Se ha perdido la primera parte del diario, destruidos por los alemanes, y lo aquí publicado quedó en fotocopias salvadas por azar, más la parte enviada por Edda Ciano a Suiza para ser remitidas a EEUU (antes de terminar la Segunda Guerra Mundial), donde aparecieron publicadas en 1945.
La figura de Galeazzo Ciano es ambigua, contradictoria y fascinante. Promotor del acercamiento a Alemania fue posteriormente la principal figura del régimen fascista que predicaba una “paz por separado”, dejando de lado a Hitler y sus locuras. Esta posición le granjeó el odio de Hitler quien presionó al Duce para que fusilara a su cuñado después de su fantástica liberación realizada por Otto Skorzeny, el 13 de septiembre de 1943, en el Gran Sasso de los Montes Apeninos (ver).
¿Se merecía ser fusilado el autor de estas memorias? Personalmente pienso que sí… pero por razones muy opuestas a la de los alemanes y a las del Duce. De todos modos el destino a veces toma la forma de lo que se ha llamado “justicia poética” y a veces son los propios camaradas los que se encargan del trabajo sucio (Cómo sucedió con la mayor parte de los dirigentes del partido bolchevique… ejecutados por Stalin).
Este “Diario” es imprescindible para el estudioso del siglo XX y perfectamente prescindible para el lector no profesional, ya que sus opiniones aparece citadas por cualquier historiador de la época. De todos modos si Ud. quiere dar un paso más en la indagación de los entretelones de la alta política internacional el texto le ofrece la oportunidad de reflexionar sobre los actos y las previsiones de los que, en su momento, escriben la historia con su propia mano.
Pongo como ejemplo la descripción que hace Ciano de cómo el gobierno del Duce llegó a enterarse del ataque hitleriano a la URSS: “El ataque a Rusia llegó a nuestro conocimiento media hora después de que las tropas del Reich hubiesen atravesado la frontera oriental. Sin embargo no se trataba de un acontecimiento de segundo orden, en el curso del conflicto, aunque la opinión de los alemanes era otra. El domingo anterior –el 16 de junio- me había reunido con Ribbentropp en Venecia para la adhesión de Croacia al pacto tripartito. El mundo estaba pleno de voces que anunciaban una inminente agresión contra los soviets, a pesar de que la tinta con la que se había firmado el pacto de amistad todavía no se había secado. Se lo pregunté a mi colega del Eje, en una góndola, mientras nos dirigíamos desde el Danieli a la comida ofrecida por el conde Volpi en su palacio.
“Dear Ciano –respondió Ribbentropp con estudiada indolencia-. Querido Ciano, todavía no puedo deciros nada. Cualquier decisión está encerrada en el pecho impenetrable del Führer. Pero, de todos modos, una cosa sí es cierta. Si atacamos, en ocho semanas la Rusia de Stalin será borrada del mapa”.
A ello, además de una considerable dosis de mala fe con respecto a Italia, hay que añadir otra dosis notable de incomprensión de la realidad, suficiente, por lo menos, para perder la guerra” (fragmento del prólogo a sus diarios escritos por el propio Ciano, el 23 de diciembre de 1943, en la Celda 27 de la cárcel de Verona, en caso de que alguna vez éstos llegaran a ser publicados) Lo subrayado con otro color está en el original publicado en esta edición, pág. 11.
Ficha Bibliográfica:
Ciano(1943), Galeazzo Ciano, “Diarios. 1937-
2 comentarios:
Ciano era yerno de Mussolini,no cuñado,contrajo matrimonio con Edda Mussolini, hija del dictador.
Gracias por encontrar la errata. De todos modos es fallo menor ya que al principio de la reseña se establece, claramente, la relación que une a Ciano con el dictador italiano.
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